domingo, 23 de septiembre de 2012

Hoy, sólo me queda ver el mar...


Esta entrada va dedicada a uno de “mis refugios” Posiblemente no tiene mucho atractivo, o infraestructura, pero este tipo de playas “escondidas” me roban completamente, además está a no más de una hora de Boca del Río, Veracruz. Se trata de otro lugar escondido entre carreteras y caminitos vecinales: Mata de Uva.



Estas playas las conocí hace cerca de 7 años, cuando la tía de una amiga compró un terrenito por estos rumbos, ¿Cómo llegar? Saliendo de Boca del Río se toma el bulevar al conchal, se sigue a Antón Lizardo, llegando a la escuela naval se dobla a la derecha y se sigue como si se fuera a Alvarado por la carretera vieja ( es una carretera angosta de 2 carriles) como a 5 u 6 km de Antón Lizardo hay una carretera aun mas estrecha a mano derecha que lleva hasta la playa, llegando a la playa se debe doblar a mano derecha (a mano izquierda es zona naval y es área restringida) y de ahí toda esa playa está mucho menos concurrida y más limpia que las playas del puerto y la zona conurbada.




Lo bonito del lugar es el ambiente de pueblo pescador, de hecho si se llega cuando empieza a bajar el sol se puede ver las lanchas de pescadores vaciando sus redes. No recomiendo ir a estas playas en semana santa porque ponen eventos playeros (ya saben cerveceras y refresqueras con bocinas, grupos, muuuucho alcohol, muchos carros, mucha gente y desafortunadamente bastante basura también) Pero mientras no es temporada vacacional uno disfruta de la gente del lugar, desde la señora que te prepara el pescado recién salido del mar hasta los niños que te venden “hielos blancos y de sabor” (los que en el centro denominan “bolis” son los hielos de sabor, y agua congelada en bolsitas son los hielos blancos).




Cuando conocí el lugar apenas había algunas casas grandes, la última vez que fui, hace cerca de un mes, me sorprendió ver que ya hay hasta salones de eventos, pero afortunadamente todavía sigue la gente de la comunidad vendiendo sus productos y si les preguntan hasta les dan las recetas, que ya de la masafina, que ya de como rellenar los limones de coco, que de la cocada, y hasta cuentan anécdotas. Supongo es por eso que me gusta tanto, la gente sigue siendo como hace tiempo éramos en mi pueblo, sólo que ellos tienen playa y sería bueno que si andan en coche por el puerto se dieran una vuelta a los alrededores para conocer toda esta parte pintoresca y tradicional que todavía se conserva en tantos lugares.