jueves, 3 de septiembre de 2015

Yo por tí llevó en el alma un sol...

Tras poco más de 2 años de ausencia, heme aquí, como agente de viajes, madre, hija, esposa y muchas otras cosas que no creí ser tan pronto.

La vida es un viaje y cada uno elige el camino, o el camino elige a uno? Quien sabe, el punto es que esta forma de vivir me ha enseñado a extrañar con todas las fuerzas, y tal vez sea parte de crecer, dejar algo tuyo y llevarte algo de otros.

Hoy sé que el tiempo es oro, y tengo una unidad de medida más subjetiva, mi tiempo se mide en sonrisas espontáneas, en comidas compartidas y pasitos logrados, mi tiempo se ve pasar más claramente mientras mi semillito va creciendo y me siento orgullosa al saber que está bien, y me siento asustada al pensar que algo pudiera pasarle pero más que en cualquier viaje me emociona saber que tiene tantas cosas por descubrir y que tenemos oportunidad de apoyarle.



La vida es un viaje, y a veces hay que jalar carreola y pañalera para que valga la pena. Por si se lo preguntan, no nos hemos quedado quietos, pero al disfrutar el camino pocas veces me detengo a escribir de él. 

Ahora tengo que conocer más historias para poder contarle, vivir más anécdotas para poder compartirle experiencia y entender un poquito mejor del mundo pues sé que tendrá muchas dudas en las cuales esperó guiar correctamente su curiosidad de tal forma que no se estanque y que podamos seguir explorando caminos. 

El mundo es tan distinto ahora!