domingo, 28 de julio de 2013

El sol pinta el paisaje con tintes de oro viejo...

Luego de un ratito sin escribir, vamos a darle un giro a este asunto.

Al parecer me estaba encasillando en el "turismo"... y creo que dejé de lado la parte romántica de los viajes. Y no me refiero a esto de ir con alguien y recorrer el mundo, hablo de esa especie de romance que se tiene cada vez que llegas a un lugar nuevo, a recorrer sus calles o veredas, al observar su gente y sus costumbres, al comparar consciente o inconscientemente todo lo que ves y experimentas con lo visto y experimentado en otros momentos y la magia que todo esto trae consigo, ya sea que te guste o no el lugar.

Eso que en gran parte me motivó a escribir aquí y que sin darme cuenta oculté a todo lector, una disculpa escasos lectores de este cachito en internéh, el punto es que tras analizarlo caí en cuenta de lo monótono de todo el blogg, y de que se perdió el interés por enamorarles de cada lugar, se volvió un poco más un espacio de crítica que de invitación a conocer y esa no era la idea, así que para cambiar la situación vamos a platicar de Tlacotalpan.


¿CÓMO LLEGAR? Desde el puerto de Veracruz la vía que recomiendo es por Boca del Río, como para evitar perderse en desviaciones, salen de Boca del Río, cruzan el puente (donde está la desembocadura del río, vaya que nos matamos para poner nombres) y aquí hay de 2 o toman hacia Anton Lizardo y se van por toda la orilla de la playa (recomendado cuando tienen tiempo y salen a buena hora porque la carretera está algo solitaria de noche y se tardan como 1 hora más) o se siguen a Paso del Toro (20 km aprox)y se desvían hacia la izquierda en la "Y"(i griega, pa' los que no conocen) pasan a un lado de Alvarado y de ahí encuentran señalamientos hacia Tlacotalpan (aproximadamente son 2:30 horas desde Boca del Río. 


NO RECOMIENDO IR: en época de lluvias o temporada de huracanes, por la tarde-noche (está a la orilla del río Papaloapan, la hora del mosco empieza cuando el Sol comienza a bajar), el primero de enero ni el 25 de diciembre, ya que casi todo está cerrado. En fiestas de la Candelaria, si el plan es conocer Tlacotalpan y su ambiente de provincia, son las peores fechas porque cierran las calles, hay demasiada gente y alcohol y el ambiente tranquilo de "el pueblo" se desaparece en un 90%.




¿CUAL ES LA MAGIA?: De inicio, la arquitectura, las calles, los arcos, los parques, el quiosco, los cafés, los museos, todo (excepto por las bocinas que llegan a poner) te lleva a pensar en la ciudad en otras épocas, pues todo recuerda a un puerto de siglos pasados. Entrar a los negocios y ver los muebles, ver la forma artesanal en que aún se elabora mucho del pan, los dulces e incluso las nieves. Escuchar a los jaraneros en los restaurantes y las tan tradicionales coplas compuestas, que van improvisando, porque probablemente no lo sepan, pero en este lugar se hace un duelo de jaraneros (durante las fiestas de la candelaria), donde se pone a prueba tanto el talento con la jarana, guitarra y arpa como la audacia para improvisar y armar coplas.


Su gente: A diferencia de otros lugares, en Tlacotalpan la gente sigue siendo muy abierta al visitante, y basta con que digas que conoces a alguien que vive en el lugar para que te cuenten un montón de historias de esa persona o de su relación, pues de una u otra forma todos se conocen, o tienen algo que ver, no me pregunten cómo funciona pero así es en la mayoría de los casos, porque cuando no se conocen seguro tienen al lado a alguien que sí y se preguntan y se hacen unas platicas bien entretenidas. Lo mismo si no conoces a nadie y se te ocurre preguntar por lo que ha pasado Tlacotalpan te cuentan lo que han vivido, lo que vivieron sus padres lo que les contaban sus abuelos, cómo llegaron sus familias, en fin, es de esa gente interesante que te hace enamorarte más allá de lo visible del lugar. Y todo esto te lleva a interesarte en su historia y entender porqué se volvió una de las ciudades "patrimonio cultural de la humanidad" por la UNESCO.

Es un hermoso lugar para un fin de semana, lo mismo se puede pasar el día conociendo la casa museo de Agustín Lara, el teatro Nezahualcoyotl, el museo Salvador Ferrando, conociendo acerca de la confección y simbolismo del traje de jarocha, escuchando jaranas, degustando toritos (bebida alcoholica típica de Veracruz), comprando artesanías o comiendo mariscos. Muy recomendado para viaje de descanso y desestress de la vida diaria, además de que por tiempo y dinero no es tanta la inversión pues en el lugar hay diferentes tipos de hoteles que se ajustan a los gustos y presupuestos de diferentes tipos de viajeros, obviamente no cuentan con todas las comodidades de un hotel de cadena de puertos turisticos, pero no se necesita alberca o internet en tods partes cuando se tienen tantas calles pintorescas para conocer.

http://www.youtube.com/watch?v=nUdvGHNrftM

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